Sabemos que a muchos niños y niñas les cuesta comer fruta habitualmente, lo que puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para muchas familias. Y es que, como padres y madres, buscamos lo mejor para nuestros hijos, por eso es vital la incorporación de la fruta en su día a día de para tener así una dieta equilibrada, además aportar nutrientes importantes para el crecimiento.
Si es tu caso, quédate, porque hoy queremos compartir contigo algunas ideas para fomentar que los más pequeños coman fruta y, además, disfruten, convirtiéndolo en un hábito diario en su dieta.
Sé un ejemplo
Lo primero que hemos de tener en cuenta es que los niños tienden a imitar lo que ven en los adultos, por eso, si queremos que incluyan frutas entre sus alimentos habituales, es vital que prediquemos con el ejemplo. La forma más directa de que nuestros hijos e hijas prueben y coman fruta es haciéndolo nosotros. Animarles a comer fruta con el ejemplo les hará más sencillo dar el paso. Para ello, deben ver en casa habitualmente fruta de todo tipo y, sobre todo, vernos a nosotros, comerlas y disfrutando con ello.
Si no es algo habitual en casa, es mejor comenzar con frutas conocidas y que suelen gustar a todos por su sabor y facilidad al comer, como las manzanas y luego podemos ir incorporando otras frutas menos habituales.
Hazle partícipe
Ir a la frutería juntos es, además de una actividad familiar para compartir, una forma de hacerle partícipe del proceso. De esta forma, es el pequeño el que puede elegir qué fruta quiere comprar, elegir las piezas, incluso, animarse a probar nuevas frutas que no conozca o le llamen la atención en el expositor de la tienda.
Además, al preguntarles qué fruta quiere incluir en sus comidas les da sensación de control y toma de decisiones que les anima y les motiva.
También podemos involucrar a los pequeños en casa, ayudando a preparar las frutas, lavarlas e incluso, según la edad, cortarlas.
Otra fantástica manera de motivarles y hacerles partícipes es, si tenemos espacio en casa, tener un pequeño huerto con macetas y plantas o árboles frutales. De esta manera, los niños y niñas pueden cuidar las plantas y luego disfrutar de la recompensa de recolectar y comer las frutas que han cultivado.
Involucrando a los más pequeños activamente en la elección y preparación de las frutas, les educamos sobre la importancia de los alimentos para su crecimiento, pero también les conecta con lo que consumen, lo que aumenta su interés por comer fruta de manera regular.
Hacerlo divertido y creativo
Otra forma de animar a los pequeños a comer frutas es convirtiéndolo en algo divertido y creativo, alejándonos así de la rutina y llamándoles la atención.
Existen numerosas recetas para disfrutar de la fruta de forma divertida, como en tartas, como una deliciosa tarta de manzana y hojaldre, en brochetas o macedonia, para que puedan disfrutar de varias frutas a la vez, incluso con recetas adaptadas a temporadas como Halloween o Navidad, ¿qué tal unas terroríficas manzanas vampíricas o un pavo navideño relleno de manzana?
También podemos incorporar las frutas combinándolas con otros alimentos que les gusten como yogur, cereales o crema de avellana o cacahuete.
La forma de presentar la fruta también puede ser un aliciente para comerlas, dándoles forma con cortadores de galletas, por ejemplo. Presentándolas de forma más creativa se convierten en más atractivas para ellos.
Y en todo el proceso, es interesante que ellos participen preparando estas recetas divertidas e involucrándoles en el proceso, disfrutando así de la experiencia juntos y de la gratificación de comerlo después.
Lleva frutas a todos lados
Las frutas pueden convertirse en una maravillosa alternativa cuando salimos de casa, de hecho, son fáciles de llevar y podemos incorporarlas como parte de nuestros pícnics, almuerzos o meriendas cuando salimos al parque, tentempié para el colegio, excursiones, …
De hecho, son fáciles de consumir en cualquier lugar, solo hay que llevarlas lavadas y listas para comer cuando tengamos hambre. Incluso, cuando son más pequeños y es complicado que se coman las piezas enteras sin preparar, podemos llevarlas ya cortadas en trocitos pequeños que puedan comerlas sin problemas con las manos.
Hazlo sencillo
Y si les cuesta comer la fruta completa, una forma refrescante y sencilla de consumirlas también es en forma de dados o trozos muy pequeños.
De esta manera, además, podemos incorporar diferentes frutas en un mismo recipiente e ir incorporando nuevas frutas en pequeñas cantidades y poco a poco para que se vayan acostumbrando a su sabor. Y no solo eso, también se lo ponemos fácil a los más pequeños que todavía no mastican con mucha soltura.
Una manera práctica de que puedan probar frutas que no han probado o que no son capaces de comer la pieza entera y de fomentar también su autonomía.
En definitiva, hemos de ser creativos y sobre todo tener presentes las frutas en nuestro día a día para que los pequeños adquieran el hábito de incorporarlas en su día a día. Recuerda que tanto la OMS como diversos comités científicos recomiendan consumir mínimo de 3 raciones de fruta al día, por lo que toda ayuda para que este proceso sea más sencillo es bienvenido.
Al final, nuestra función es acompañarles en el proceso y hacerlo divertido para que puedan entender todo lo que la fruta en general y las manzanas en particular, les aportan y cómo les ayuda en su crecimiento y en su día a día.
Pon en práctica las recomendaciones que te damos en este artículo y lograrás que los más pequeños se unan a la buena práctica de comer fruta a diario.