El clima laboral de una empresa es como la alimentación, es fundamental que sea la adecuada para que todo funcione. Es determinante para el rendimiento del equipo, la productividad y… para que todo el personal sea feliz.
Este intangible se ve condicionado por el salario, la comunicación y las relaciones interpersonales.
Los empleados pueden estar satisfechos con la remuneración, pero lidiar día a día con algún compañero puede resultar tedioso. O llevarse muy bien entre ellos, pero sentirse infravalorados en cuanto lo que perciben y lo que aportan a la empresa.
La responsabilidad para lograr un ambiente laboral tan bueno como una manzana no es únicamente de la dirección de la empresa. Es de todo el equipo. Los empleados tóxicos existen, y pueden convertirse en una fruta en mal estado que acaba pudriendo todo el cesto.
En este artículo queremos dar algunas claves para que tú seas la fruta fresca que llena de vitalidad el ambiente laboral de tu empresa. Pero antes, queremos explicar brevemente qué es un ambiente laboral en mal estado (o tóxico).
Cómo identificar un ambiente laboral en mal estado
Un ambiente laboral tóxico es aquel donde el mal rollo y las discrepancias forman parte del día a día. A continuación, te contamos algunos rasgos que te ayudarán a identificarlo fácilmente:
- Comunicación deficiente. En muchas empresas la comunicación no es abierta. Se fomentan los bulos, los chismes… generándose así un clima poco favorable.
- Imposición de decisiones. En algunas culturas empresariales las decisiones se toman sin tener en cuenta los intereses del equipo ni sin consultarse previamente. Por ejemplo, un cambio de horario, de organigrama o de sede de la empresa.
- Absentismo. Cuando alguien no siente una conexión con su trabajo o está continuamente estresado o insatisfecho, es más probable que comience a considerar la ausencia no planificada como una forma de sobrellevar la situación.
- Líderes tóxicos. Los responsables de departamentos o jefes pueden mostrar comportamientos que controlan o manipulan al resto del equipo.
- El maltrato. El maltrato, ya sea obvio (gritos, amenazas, discriminación, coacciones…) o sutil (insinuaciones, desprecios, etc.), crea un ambiente tóxico.
- Microgestión. Puede convertirse en el peor enemigo de una empresa internamente. El control minucioso y excesivo del trabajo del equipo puede estar disminuyendo la confianza, la satisfacción y la moral del mismo.
Se trata de una forma de liderazgo en la cual el responsable supervisa de cerca a los empleados y todo lo que hacen y, en muchas ocasiones, pretende que lo hagan como él lo haría.
Claves para lograr un ambiente laboral tan bueno como una manzana
Si has reconocido alguno de los rasgos mencionados anteriormente en el ambiente laboral de tu empresa, es momento de intentar darle la vuelta y ver cómo podemos lograr un ambiente laboral positivo. ¡Toma nota!
- Fomenta la comunicación. Si diriges un equipo, un departamento o la empresa, vela porque todo el mundo se sienta participe, aporte sus ideas, preocupaciones o sugerencias y estas se tengan en cuenta. Esto hará que se genere un ambiente de confianza.
Escucha a tus compañeros. Pregúntales con la intencionalidad de que realmente digan lo que piensan, compartan cómo se sienten. No para que te digan lo que quieres oír.
- Adopta una actitud empática. Ponte en el lugar de tus compañeros. ¿Cómo te sentirías si te obligaran a trabajar bajo amenazas, exigencias, presión, gritos…? Muy mal, ¿verdad? Entonces, será mejor que seas agradecido, que valores el trabajo que realizan tus compañeros y que sepas cómo corregir de forma constructiva cuando alguien no hace el trabajo tal y como tú crees que hay que hacerlo.
- Valora el trabajo de los demás. Qué fácil es criticar lo que hacen los demás y qué costoso resulta, muchas veces, felicitar a un compañero o compañera por su buen hacer, ¿verdad? Cambia esta actitud. Y recuerda la máxima: “Felicita en público, regaña en privado”.
Sé constructivo. Valora a tus compañeros por lo que hacen y cómo lo hacen, y si consideras que en algo pueden mejorar, díselo de forma asertiva, que lo entiendan como un aprendizaje, no como una imposición. - Conciliación. Nuestro desempeño profesional es un aspecto muy importante de nuestra vida, pero no el único ni el más relevante. Para que una persona sea proactiva y aporte valor al proyecto empresarial, la empresa ha de respetar y no inmiscuirse en sus ámbitos personales: familia, ocio, aficiones, amistades, familia, sexualidad…
- Respetar el tiempo no laboral. No podemos pretender que un compañero esté disponible las 24 horas del día los 7 días de la semana. No llames cuando un compañero está de vacaciones, o fuera de su horario. No le pidas quedarse más horas por tu mala gestión.
- Espacio adecuado. El espacio en sí es primordial para fomentar un buen clima. Sillas cómodas, buena iluminación, espacios de trabajo para fomentar las relacionas interpersonales con fruta fresca, luz natural, colores cálidos, plantas, música, elementos personales… todo ello favorece en el bienestar de los empleados y en su rendimiento.
- Bienestar. El equipo tiene unas necesidades. Para su bienestar es muy importante que la empresa las tenga en cuenta: horarios flexibles, posibilidad de teletrabajar, actividades de team building, clases grupales de yoga, gimnasia, fomentar la formación, etc.
- Recogimiento. Es fundamental que todo el equipo se sienta reconocido por sus compañeros y por la alta dirección, y conviene evitar que existan barreras jerárquicas invisibles. Todo lo que hacen todos los empleados es importante, y como tal, hay que reconocerlo y agradecer. ¡Qué difícil parece a veces!
Y ahora, te animamos a que revises todos estos puntos y veas en qué medida tú mismo puedes contribuir a que trabajar en tu empresa sea para ti y tus compañeros tan apetecible como una manzana.